sábado, 9 de noviembre de 2013
Berti
viernes, 25 de octubre de 2013
Roberta.
lunes, 4 de marzo de 2013
lunes, 11 de abril de 2011
sábado, 15 de enero de 2011
El agua caliente cae como una cascada sobre nuestros cuerpos desnudos, que se mezcla con el sudor y las ganas, el vapor lo nubla todo... o casi todo, aún puedo apreciar una cosa que sobresale erguida y dura. Empiezas a meneártela despacio mientras observas en calidad de pervertido como me enjabono cuidadosamente, por los brazos, el cuello, el vientre, los muslos... movimientos suaves alrededor de las tetas que hacen que se me pongan duros los pezones.
Me das la vuelta. Te pegas a mi espalda y la siento entre mis nalgas, con una mano me sobas las tetas, con la otra enfocas la ducha a mi coño y me das con el chorro en el punto exacto para hacerme morir un poquito. Me muerdes la nuca, te aprietas contra mí, más y más, y empiezas a meterla con mucho cuidado. Ya no te interesa masturbarme con objetos, prefieres hacerlo tú mismo con los dedos y estoy tan lubricada que puedes meter de golpe 3 a la vez. Me lavas por fuera, me ensucias por dentro, consigues removerme el alma y me calientas la sangre a la temperatura de un volcán. Nos rompemos en mil pedazos, nos convertimos en uno en un segundo. Quietos, mojados, latentes, ardientes...
viernes, 7 de enero de 2011
respiro el alcohol que sale de tu boca y tu barba rasposa me araña la cara. de corazón violento y ojos que duelen. y mientras yo danzo medio borracha y medio desnuda al son de vete tú a saber qué música, a ti se te endurece dentro de los pantalones.
y yo me acerco y dejo que me huelas por todos lados como buena perra. nos quitamos la ropa y nos comemos con las manos, nos apretamos uno contra el otro y empezamos a latir bien fuerte. cierras heridas y abres agujeros, te comes la pena que llevo dentro (y qué bien lo haces, joder), me destrozas las entrañas. me acelero, te aceleras y nos rompemos.
viernes, 12 de noviembre de 2010
me esperó en los baños de la tercera planta, los que están casi vacios y huelen a desinfectante. mientras me lavaba las manos, notaba cómo me desnudaba con la vista. me abrazó por detrás y me dijo que no tuviera miedo. yo no tenía miedo, más bien curiosidad, nunca imaginé que aquel hombrecillo de camisa y corbata fuera un pervertido más -qué tontería, ¿acaso no lo somos todos?- hundió su nariz entre mi pelo y comenzó a respirar rápido. sus ojos asomaban por encima de mi cabeza y los espejos nos devolvían la imagen de nuestros movimientos. metió sus manos frías entre mi ropa y la piel se me erizó un poco, me acariciaba con suavidad hasta que notó que los pezones se me pusieron duros y fue entonces cuando se volvió un poco más loco. su polla tiesa, sobresalía por el pantalón y no hacía más que frotarse contra mi culo.
continuó con las manos por debajo de mi ombligo. conforme me tocaba, yo gemía un poquito más fuerte y él se ponía un poquito más cachondo. -cualquiera diría que alguien que sabe dar tanto placer con las manos, no puede hacer lo mismo con otras partes de su cuerpo, pero eso es otra historia- me subió sobre los lavabos y con mis piernas abiertas, se dedicó a meter la lengua por todos lados. se bebía mis orgamos y yo me moría en los aseos públicos de un centro comercial.
a él no le ponía yo, le ponía la idea que se había creado de mí, le entusiasmaba pensar que era mi descubridor del goce, repitió una y otra vez que me convertiría en una diosa del sexo... por suerte o por desgracia, sólo quedamos una vez más después de nuestro encuentro en los baños y ya nunca más supe de él... quién sabe, a lo mejor ahora se dedica a buscar a jóvenes virginales para convertirlas en pornostars...
ésta va por ti, "Amante en los baños de señoras".